domingo, 7 de octubre de 2012

Challenge Barcelona - Maresme, 30 de Septiembre de 2.012


Por Oliver Gutiérrez Arraiz,
 
Me venía rondando en la cabeza tiempo atrás, pero era un ronroneo solitario, pues no lo había “hecho público”, sÓlo estaba en mi cabeza. Este año podía ser, en septiembre en Callella, contra todo pronóstico, aprovechando las coyunturas, adelantándome un año a mi sueño de regalarme un Ironman al cumplir 40…
… Llegó el 7 de Julio (sísí ese precisamente San Fermín) cuando minutos antes de empezar mi primer Medio Ironman charlando con Lucia Blanco me comento la posibilidad de ir a Calella que me animara… y mi ronroneo paso a ser “terremoto”. Terremoto que dos días después al hablar con Eduardo Arruza recuperando en el gimnasio se convirtió además en Tsunami al confirmarme que el iría, - que era el momento-.

CHALLENGE COSTA DE BARCELONA – MARESME 2012

Viernes 28:
Me puse a soñar y en la tarea de cumplir mi sueño y llegó el momento. El viernes por la mañana salí en coche para Calella junto a mi hermana y su novio (que haría las veces de utilleros y fans en este episodio). Viaje largo pero tranquilo. Llegada al hotel y aprovechando la hora me voy solo a buscar el dorsal y todo lo demás.  El tiempo ventoso con alguna gota despistada que se escapa de un cielo gris plomizo. Recojo la mochila con el dorsal, el gorro, las bolsas. Que poco queda… ya esta aquí. Me acerco a la playa. El mar en calma, gris, pero movido por el viento, como el Sardi con “gallego”. Por un momento me siento pequeño ante el reto que me espera. ¿Miedo escénico? Seguro que sí. Me siento solo y añoro el haber podido estar con tres o cuatro compañeros del equipo para poder pasar estos momentos juntos. Haciendo bromas, hablando del ironman para aquí y para allá como forma de liberar tensión, riéndonos…
La magia de la tecnología me acerca en ese momento a “lugares lejanos” de dónde me encuentro y me acerca una voz que suena como melodía en mis oídos y serena mis nervios. Se acaba la magia y me vuelvo caminando con mi mochila Ironman para el hotel.
Antes de irme a dormir llega Edu Arruza con la mujer y la niña al hotel. Quedamos para la mañana siguiente. Ya tengo un compañero de aventura.

Sábado 29:
Llueve. Llueve a cantaros y ha llovido así durante toda la noche. Y además el agua viene acompañado de viento. Desolador panorama. Desayuno y me voy para la reunión técnica. Cada vez llueve más. Llego a la reunión empapado. Llega Edu pues al final suspendieron la carrera infantil que había por la mañana y que iba a correr la niña. Nos dan la charla y empiezan las dudas. La bici se deja el domingo en vez de esa misma tarde ante riesgo de fuertes vientos y aguaceros… y las decisiones sobre el tiempo se tomaran el mismo domingo…
… con esas palabras en el aire volvemos para el hotel.
Por la tarde volvemos a salir a coger otra chupa de agua para llevar el material de las transiciones a los Boxes y recoger el chip. Ahora si que huele a Ironman… aunque sigue lloviendo y la moral esta un poco baja. Aparecen pensamientos negativos en mi cabeza…Y si mañana hace así no se hace fijo... Le suspenden... Le hacen half… Que hago yo aquí con este tiempo infame… Tantos días de entrenamiento sin tiempo para nada y para qué… bufff pensamientos que hay que borrar de la cabeza y que se neutralizan en uno positivo. SI mañana se sale yo lo daré todo para ser Ironman que
para eso he venido… Y con ese pensamiento y la música de piratas del caribe para estimularme me fui a dormir. Seguía lloviendo.

Domingo 30:
Suena el despertador. Lo primero de todo mirar por la ventana. No llueve y la calle está bastante seca… Cojo la bici, el neopreno, etc y me bajo a desayunar. Bueno Edu parece que hace buenillo… a ver lo que dura… Vamos hacia la salida y de todos lados aparecen triatletas con el mismo rumbo. Unos montados en las bicis otros caminando con ellas. La entrada de las bicis se hace a toda velocidad, ni una comprobación que son 1300 bicis…como para estarse. Algún cosquilleo nervioso aparece al dejar la bici. Ya está, al lío. Nos vamos a la carpa y nos ponemos el neopreno. Que poco queda.

Está todo preparado los pros al cajón de salida. Al encender la megafonía la primera canción que suena… la bso de Piratas del Caribe. Una señal sin duda subidón de adrenalina y carne de gallina. El cielo precioso enladrillado con el color morado de las nubecillas al pegarles el primer sol que se acerca al horizonte. Bombazo salen los pros 8:30. Se suceden las salidas y nos llaman a la cámara de llamada. Estamos preparados. Abrazo a Edu. Suerte. Un minuto. Bombazo.
A nadar. 3800mts. No hay prisa. El agua perfecta lisa caliente. Busco mi espacio para nadar cómodo. Lo encuentro fácil al enfilarnos paralelos a la costa después de los primeros 200mts mar adentro. Pienso. Mira tú, el primer baño que me pego en el Mediterráneo que curioso. Me encuentro muy bien nadando. Buen ritmo, buena respiración. Y en mi cabeza aparece por primera vez la convicción de que voy a acabar el ironman. Un poco antes de llegar a la boya de giro empezamos a adelantar nadadores de grupos anteriores y eso me motiva aún más. Otros 100mts mar adentro y giro de retorno. Las nubes han dejado paso al sol. Tanto tiempo nadando te da para pensar así que me apunto comprarme unas gafas de nadar “tuneadas” para que no me moleste el sol. Me adelantan dos gorros rosas de equipos de relevos como si les persiguiera un tiburón. Hasta sonrío al pensarlo, me sigo gustando nadando. Última boya y últimos 300m hasta la orilla. Termino la natación en 1:09:14 (450) muy contento y sobre todo muy entero. La primera C cumplida, (calma).

Lo de la transición lo vamos a dejar para otro día… Me tomo todo el tiempo del mundo pues había pensado ponerme la equitación de ciclista ante la probabilidad de lluvia para en la siguiente transición ponerme el Tritraje y así empezar ambos sectores seco. Y así hice. Después de la transición a por la bici. 3 primero kms de enlace hasta la N-II con infinidad de badenes. Y al tema. Dos repechines por decir algo y lo demás llano. Empiezo a rodad ligero y recuerdo las palabras de Lucia que decían no te asustes por el cuentakilómetros porque la media sale alta. Voy a gusto y no llevaré ni 20 kms cuando me vuelve a asaltar el pensamiento de que voy a terminar. Entre tanto triatleta los jueces hacen malabarismos para controlar el Drafting no permitido. Van pasando los kms y me encuentro muy animado. Me cruzo con los primeros vaya gallos como van. Sueño con haber podido ser uno de ellos… pero despierto rápido a ver si me voy a salir de la carretera jejeje. Llego por primera vez al giro largo. Bueno ahora vuelta al principio y después otra vez hasta aquí. Mi cabeza lo asimila y me dá una señal positiva. Genial el trabajo mental. Me voy hidratando y tomando geles y barritas según lo planeado y me sientan bien. En cada avituallamiento cojo siempre un plátano y aua o isotónico según necesidad. Me dá tiempo a ver los lugares por los que paso. Este puerto deportivo es chulo... Mira que rincón más guapo… y llego a la rotonda Calella, fin de la primera vuelta. Ambientazo. Grupo de música y toda la gente animando. Momento en el
que te sientes algo grande. Comienza la segunda vuelta. Ha salido un vientillo que molesta algo y ralentiza un pelín la media con respecto a la primera vuelta, pero nada grave. Ahora para ver pasar los kilómetros el “entretenimiento” es ver las “máquinas” que paso o me pasan, o se cruzan… Que bicis mama!!! Buffff Y eso que yo estoy super orgulloso de mi “flaquita” que se porta como una campeona pero… mmmmm. Nuevo giro en Montgat, hasta aquí ya no hay que volver esto marcha. En la segunda vuelta los pequeños repechines se agradecen para cambiar postura y les hago de pie. Otra pasada por Calella. A por la vuelta chica y se acabo la bici!!! El cielo se ha ido poniendo muy negro en zonas y pienso ya está el cambio que podía venir como caiga en proporción a lo negro de esa nube… madre mía!!, pero da igual yo a luchar hasta el final. Nos llueve un poco en una franja de 5 kms pero no hay mayores problemas pues la carretera no es peligrosa. Y llego a Calella. Aprovecho los 3 kms de enlace para soltar y pensar que he hecho 180 kms de bici y me encuentro muy bien.
Linea de desmonte de la bici. Me bajo e instintivamente hecho a correr, pero al dar dos pasos digo quieto!!! A donde vas si vas a tener tiempo de correr pero bien jejeje, así que camino ligerito hasta dejar la bici. Termino en 5:30:30 (571) Muy bien me digo y recuerdo las palabras de Antonio Hedesa un día que coincidimos entrenando y me dijo que haría 5:30. Lo clavó. Cumplo la segunda de las C (bici con cabeza).

La segunda transición es más decorosa y en 1:37 estoy corriendo. Dos, tres, cuatro, cinco pasos y ningún dolor, nada raro, buen ritmo, sonrisa de oreja a oreja. Primer kilómetro miro el reloj 5:20 jolín que bien, no? Por un momento pienso si igual voy algo más rápido de lo planeado pero el pensamiento me abandona enseguida y digo vete como te veas bien que el cuerpo irá bajando la velocidad sin que se lo digas… Esta nublado pero hace una temperatura perfecta para correr. Me pongo la gorra al revés, las gafas en la cabeza y a por los 42. Llevo en la mano derecha dos geles y yo mismo ideo una cosa. En toda la carrera les llevaré, me servirán para concentrarme en aguantarles y así tener la mente dispersa en más de una cosa. Cuando vaya a llegar a un avituallamiento tomo uno y en el avituallamiento bebo y cojo otro gel para que vuelvan a ser dos. Y así voy haciendo.
Al llegar al primer 5500 y girar 180º sé a ciencia cierta que voy a acabar. Estoy más que convencido. Sólo quedaría saber en que condiciones. Y pienso como no si es que solo tengo que volver otras 3 veces más hasta aquí. Pensamiento positivo. Saco lo bueno de que sea un circuito de 5500m ida… estamos siempre muchos corredores alrededor y no te sientes solo, además se más fácil de cubrir por gente animando. Pensamiento positivo. Llego por primera vez al paso por meta. Me animan mi hermana y mi cuñao. Sonrío. Voy bien. Segunda vuelta. Sigo con el plan ideado para los geles y estoy de nuevo en meta completando una media. Y miro la hora. Pienso jo, pues si no me da el bajón bajo de 11 horas y llego de día como había pensado en el mejor de los casos… También pienso que no me gustaría tener que andar. Prefería ir despacito a ir andando, no sé, orgullo personal y con ese pensamiento se termina la tercera vuelta.
Ültimo giro. Últimos 10.500m y lo habré conseguido. Buf, me pongo nervioso porque se que lo tengo ahí y me emociono. Noto que estoy cansado y ya no tengo ganas de tomar más geles, con lo que llevo, llego. Voy bastante más despacio pero no paro y doy el último giro en Santa Susana. 5500 metros y ya está. Miro el reloj y se que voy a estar muy cerca de las 11 horas pero eso me importa poco. También miro al cielo y anochece pero calculo que llegaré cuando en la montaña aún no hace falta encender las “frontales” y le doy como bueno a eso como acabar de día. Estoy corriendo lento pero no busco acelerar. Lo veo innecesario en este momento porque aunque cansado estoy disfrutando de cada una de las últimas zancadas de mi primer Ironman.

Y al llegar al último kilómetro además un reguero de gente te anima. Quiero disfrutarlo. Entro en la zona de alfombra km.42. Últimos metros. Hago la S y enfilo el arco. Entro andando riéndome. Paso por debajo. SIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII. Me ponen la medalla de finisher y abrazo al chico. No sé si de alegría, porque así me apoyo en alguien o porque. Estoy en una nube. Y no me da tiempo a pensar nada y al mismo tiempo lo estoy pensando todo. Me apoyo en la valla. Voy a parar mis pensamientos. Y mi cuerpo se para también. Al volver a andar me duele todo, parezco algo raro andando, pero con una sonrisa en la cara mágica. Me ponen la camiseta. Me la he ganado pienso. Y voy a ver lo que puedo comer. Había de todo pero yo solo tenía ojitos para la pizza. Salada. Sabrosa. No sé cuantos cachos comí pero me parecieron pocos. Todo el día a dulce la pizza me sabía como el mejor de los manjares.
Me encuentro con Edu. Abrazo sincero. Felicidades amigo somos IRONMAN. Lo hemos conseguido.
….Podría seguir y seguir escribiendo pero el tostón, ya de por sí larguísimo ahora, se convertiría en imposible.
Sólo quiero agradecer sinceramente a mi hermana y a Alex acompañarme en este reto para no sentirme solo y así además poder traer el coche de vuelta. Que los pobres me han tenido que aguantar además de aguantar un día infame el sábado en el que no pudieron salir ni del hotel de lo que caía.
Muchas gracias a todos los amigos y a mi familia que han estado pendientes de mí el día de la carrera. Siguiéndola en el ordenador, llamando a mi hermana. Llamándome a mí antes y después de la carrera a ver que tal estaba…
A Eduardo Arruza por vivir el mismo sueño conmigo y además ser uno de los culpables de que hoy sea FINISHER al convencerme de ir y a Lucia por convencerme para ir. Por creer que estaba preparado y por sus sabios consejos.

A mis padres por toda la lata que les he dado los meses de entrenamiento y piensan y con algo de razón que estoy un poco chiflao, pero que me han apoyado y llegaba cansado de entrenar y currar y me tenían preparada la comida o la cena para irme a la cama o a currar. Unos Santos.

Y a ti. Porque eres el motor y la energía de mis sueños.

   

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